Acoso telefónico ilegal de vendedores de servicios bancarios 'free lance' (coyotes que ni siquiera son empleados del banco). Se dedican a hostigar a los números que obtienen ilegalmente. Si contestan niños o ancianos abusan engañándolos para que den información sensible de los habitantes de la casa. Esto los vuelve peligrosos pues nadie controla qué finalidades no legales pueden llegar a darle a esa información. En México estas prácticas de hostigamiento son ilegales pero el sistema de registro para darse de alta en la lista de quienes no quieren recibirlas pone muchísimos requisitos y obliga a las personas a dar todos sus datos, mientras que a los que realizan estas prácticas ilegales no se les exigió ningún requisito.