La comunicación, con un raro ruido de fondo, fue para informarme de un supuesto asesoramiento sobre seguridad. La 'operadora' no me respondió con claridad de donde llamaba, sino diciendo que estaban legalmente autorizados por VISA, Mastercard y Tarjeta Naranja. Luego me pidió la fecha de vencimiento de mi tarjeta. En ese momento le pregunté si me podía hacer un favor. Me contestó que con todo gusto, entonces le pedí que se fuera al lugar más inhóspito, lejano y desagradable que se me ocurrió y corté.